Para aproximarnos a pensar los desafíos de la enseñanza de la lectura y escritura en tanto prácticas situadas, cultural, histórica y socialmente construidas (Sibilia, 2012), tenemos que enmarcarla en la trama de la actual “revolución digital” (Chartier, 2010).
Paula Sibilia hace pie en los contextos sociales y culturales para pensar el doble objeto de leer y escribir y lo propone como eje vertebrador en la constitución de las subjetividades, en cuanto dichas prácticas son las categorías de análisis puestas en juego para pensar en las “compatibilidades” de los sujetos con sus momentos históricos.
En esta línea, sugiere revertir la idea de que “los aparatos” son causa de las transformaciones del mundo, para pensar en que los cambios culturales y sociales fueron las condiciones necesarias para el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
En el desarrollo de su propuesta, la autora pone en relación los itinerarios de construcción de las subjetividades del sujeto “moderno” y del sujeto contemporáneo. El primero, protegido en los espacios del hogar burgués, que le garantizaban la soledad, el silencio y el necesario recogimiento para un encuentro consigo mismo; el segundo, abierto al mundo e hiperconectado, su identidad y su subjetividad construidas en la exposición y el cruce de las miradas y los diálogos.
Este sujeto contemporáneo, el lector “frente a la pantalla” del que habla Roger Chartier, pone en juego una lógica distinta, ya no lineal ni deductiva, lo que habilita el planteo de una “mutación epistemológica” que conlleva una lectura “que puede ser abierta, expandida y relacional gracias a la multiplicación de los vínculos hipertextuales”.
Es más, el soporte digital -que ha implicado un quiebre en la relación entre los objetos materiales y los géneros discursivos- ha producido una “revolución digital”, cuyos cambios se visualizan en “los soportes de la escritura, la técnica de su reproducción y diseminación, y las maneras de leer”.
En efecto, el paso del rollo al códex o del códex al libro no implicaron transformaciones estructurales en la cultura escrita; en cambio, las tecnologías digitales mutaron, junto con el soporte, la técnica de reproducción y de difusión de los textos y, como consecuencia, pensándolo desde el punto de vista de los usuarios, la percepción de lo escrito y –retomando a Sibilia- las subjetividades de los sujetos.
Leer y escribir en la escuela
Para abordar la reflexión respecto de los cambios en la enseñanza de la lectura y la escritura, son útiles las categorías planteadas por Viñao Frago (2007) y las propuestas de reflexión de Andrea Brito (2012).
Para hablar de cambios en educación, Viñao Frago propone que se diferencien dos modalidades. La primera modalidad es impuesta al sistema educativo por los poderes públicos y puede focalizarse en las estructuras del sistema, en el nivel de la currícula o en las políticas administrativas; se trata de las reformas educativas. La segunda modalidad son las innovaciones. Éstas son iniciadas por algunos docentes, relacionadas con la organización, los contenidos, las evaluaciones o la metodología, y “surgen donde el control es más débil”.
Por su parte, Andrea Brito pone el dedo justo en la llaga, al puntualizar la necesidad “de considerar las variables asociadas a la desigualdad y la diferencia en el acceso y la apropiación de la cultura escrita y su traducción en políticas de lectura y escritura que equilibren lo local y lo global”. A lo que podría agregarse, la necesidad del interjuego, también, de la cultura escrita tradicional con la digital.
En efecto, las innovaciones que parten de las prácticas concretas –que contemplan, por imperio de la realidad impuesta, la diversidad social, cultural, económica- deben integrarse con las producciones teóricas y científicas para nutrir los fundamentos sociopolíticos del sistema educativo.
BIBLIOGRAFÍA
Brito, A. (2012). “Temas visibles y otros posibles para una agenda de la lectura y la escritura”. Clase 7. Diploma Superior en Lectura, Escritura y Educación. FLACSO Virtual.
Chartier, R. (2010). “Aprender a leer, leer para aprender”. Nuevo Mundo Mundos Nuevos, Debates, 2010, [En línea], Puesto en línea el 01 febrero 2010. URL:
http://nuevomundo.revues.org/58621.
Sibilia, P. (2012). “Del libro a las redes: compatibilidades históricas entre tecnologías, cuerpos y subjetividades”. Clase 3. Diploma Superior en Lectura, Escritura y Educación. FLACSO Virtual.
Viñao Frago, A. (2007). “Modos de leer, maneras de pensar. Lecturas intensivas y extensivas”. Ethos educativo N° 40.
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